El Nobel de Física de este año ha reconocido a tres científicos capaces de encontrar patrones ocultos en los sistemas complejos y predecir su comportamiento incluso durante décadas o cientos de años.
Según la Real Academia de las Ciencias sueca, el estadounidense Syukuro Manabe y el alemán Klaus Hasselmann, sentaron las bases de nuestro conocimiento del clima de la Tierra.
Asimismo, el italiano Giorgio Parisi, que se lleva la mitad del galardón, ha sido galardonado por sus “contribuciones revolucionarias” a la teoría de los fenómenos desordenados y aleatorios.
Los trabajos de Manabe, que comenzaron en la década de los ’60, sentaron las bases para el desarrollo de los modelos climáticos actuales. Hasselmann, en tanto, apareció diez años más tarde, ideó el método denominado ‘fingerprinting’ que permite distinguir entre la variabilidad natural del clima y la perturbación por el aumento de los gases de efecto invernadero.
Por su parte, Parisi fue premiado por sus descubrimientos sobre cómo fenómenos aparentemente aleatorios se rigen por reglas ocultas, desde la escala atómica hasta la planetaria. Su trabajo permite comprender y describir muchos materiales y fenómenos complejos que aparentemente son fruto del azar, no solo en la física sino también en otras áreas muy diferentes, como las matemáticas.