Según personal de la Seccional Sexta, el escándalo se registró en una vivienda de calle 3 de Febrero, en el Bº 8 de Abril.
La dueña de casa habría señalado a los uniformados que el joven era su amigo, con quien bebió desde la tarde. Sin que trascendieran los motivos, de la armonía pasaron a los gritos y ella resolvió echarlo del domicilio.
Perseverante
Lejos de retirarse, el hombre comenzó a patear la puerta y ventanas.
Tanto alboroto armó en la calle que los vecinos alertaron a la policía, que arribó en menos de cinco minutos.
Al escuchar las sirenas, el hombre recuperó la sobriedad, subió a una bicicleta e intentó alejarse.
Sin embargo, fue reducido y alojado en la Seccional Sexta, al menos hasta hoy a las 10 de la mañana, cuando probablemente retorne su lucidez.
De todos modos, la propietaria del inmueble no deseaba formular denuncia, enfatizaron los voceros policiales al cierre de esta edición.