Policías de la Comisaría de Yerba Buena junto con personal de la Guardia Urbana municipal se hicieron presentes ayer domingo a la madrugada en un local en el que se desarrollaba una fiesta clandestina.

En el inmueble, ubicado en la esquina de avenida Solano Vera y Constancio Vigil, se encontraban reunidos cerca de un centenar de jóvenes, violando las imposiciones del Comité Operativo de Emergencia contra el coronavirus.

La primera medida de los uniformdos fue hablar con la dueña del local, quien se negó a identificarse, pero accedió a solicitarle a los participantes de la fiesta que se retiraran del lugar.

El probelma fue que al salir, los frustrados fiesteros descargaron su bronca insultando a los policías, para luego arrojarles piedras y botellas de vidrio.

En medio del tumulto que se generó por la actitud violenta de los jóvenes, fue detenido un menor de 17 años, pero a pesar de haber participado activamente del ataque a los policías, la defensora de menores Alejandra Rivas determinó que sea entregado a sus padres sin que se le inicie causa alguna.