La semana pasada se registró un trágico suceso en el penal de Villa Urquiza, donde un interno, identificado como Wilson Ruiz, de 27 años, recibió una golpiza en circunstancias que han generado preocupación y controversia. Según el informe oficial, la causa de la muerte fue meningitis, sin embargo, esto no ha evitado que surjan interrogantes en torno a las circunstancias que rodearon su deceso.

La familia de Ruiz, particularmente su hermana Katherin, ha manifestado su fuerte disconformidad con la versión oficial, sosteniendo que su hermano fue víctima de una golpiza antes de su muerte. “A mi hermano lo mataron a golpes, no tengo dudas. Por eso ni siquiera le quieren hacer la autopsia”, declaró, reflejando el dolor y la frustración que siente tras la pérdida de su hermano y la falta de respuestas que percibe en el sistema judicial.

La situación de Wilson Ruiz no es aislada. Antes de su trágico fallecimiento, la Justicia había dispuesto un hábeas corpus en su favor, tras un episodio en el que se alegaba que había sido golpeado por otros internos, además de haber sufrido el robo de su teléfono celular dentro del penal. Las autoridades del Servicio Penitenciario habían sido instruidas a informar sobre el estado de salud del interno y a tomar las medidas necesarias para su protección, lo que pone de manifiesto la complejidad y las tensiones que a menudo caracterizan la vida en los establecimientos penitenciarios.

El relato familiar indica que la primera agresión que sufrió Ruiz ocurrió el miércoles anterior a su fallecimiento. Las lesiones que presentó en su cabeza fueron lo suficientemente graves como para que se decidiera su traslado al hospital Padilla, donde lamentablemente se produjo su deceso en la madrugada del pasado jueves.

Ante esta situación, la Justicia ha ordenado nuevamente que se lleven a cabo investigaciones para esclarecer los hechos.