Y al mismo tiempo continúan invirtiendo grandes sumas de dinero en hidrocarburos, señala un memorando del Congreso estadounidense difundido el viernes.
“Los documentos publicados hoy revelan que la industria no tiene un plan concreto para sanear su situación y que planea bombear más combustibles sucios en las próximas décadas”, dijo Carolyn Maloney, presidenta de la comisión.
La Cámara de Representantes inició una investigación sobre el tema.
“Estas empresas saben que sus compromisos climáticos son inadecuados, pero priorizan las ganancias récord sobre las consecuencias del cambio climático en los humanos”, agregó la parlamentaria.
Entre los documentos divulgados se encuentra un extracto de una presentación a la junta directiva de la empresa Chevron según la cual el retiro del mercado de ciertos competidores del sector del gas y el petróleo crea oportunidades que el grupo puede aprovechar para “seguir invirtiendo” en energías tradicionales.
Un correo electrónico interno del poderoso lobby petrolero estadounidense API muestra a su vez que su estrategia climática de 2021 está dirigida principalmente a “la promoción continua del gas natural”.
Según los legisladores de la comisión, los documentos también dejan al descubierto que las empresas del sector “admiten en privado que su estrategia es ‘resistir y bloquear'” las regulaciones climáticas.
Y cuando algunas de ellas se desprenden de sus actividades más contaminantes, como la extracción de arenas bituminosas, saben que eso no eliminará las emisiones de esos proyectos, sino que simplemente las trasladarán al balance de otra empresa.
El comité de la Cámara de Representantes comenzó su investigación en septiembre de 2021, acusando a las compañías petroleras de haber tratado durante mucho tiempo de ocultar los efectos de sus actividades sobre el clima y de continuar oponiéndose a las nuevas regulaciones climáticas.