“La situación en Tucumán hoy es complicada. Si bien durante el invierno se trabajó en la eliminación de recipientes donde quedaron huevos o agua donde estos eclosionan, falta mucha concientización. Es necesario un mayor engranaje con otras áreas de trabajo para avanzar en este sentido”, afirmó la experta. 

“Hay que aprovechar el tiempo que tenemos para revisar los fondos, jardines, balcones de nuestras viviendas. Además de tirar aquellos cacharros, es recomendable revisar las canaletas de la casa, los desagües y los sumideros, y el estado de las piletas”, remarcó la especialista. 

La investigadora hizo hincapié en la importancia de que los vecinos colaboren con el mantenimiento de la higiene del hogar. “La mejor manera de prevenir es eliminar los objetos inservibles o limpiar frecuentemente los que no se pueden tirar, porque los huevos pueden permanecer hasta más de un año en su forma de estado de reposo hasta que las condiciones mejoren y pueden eclosionar”.

También se refirió a las fumigaciones. “Son útiles teniendo en cuenta la situación de emergencia por brote de dengue. Pero no hay que olvidar que estos productos que se usan no tienen poder residual. Por lo tanto son insuficientes para controlar y contener una epidemia en curso. Es esencial eliminar los criaderos inservibles”, indicó.