Consumiéndola regularmente obtendrás los nutrientes necesarios para lograr una dieta equilibrada y sostenible, así muchos beneficios para la salud.
La coliflor es una crucífera rica en minerales, como calcio, fósforo, hierro, magnesio, potasio y zinc, vitaminas, como la B, C, E y K, y fibra dietética. También posee menores concentraciones de azúcares en comparación a otros miembros de su familia.
Existen diferentes tipos de coliflor, además del blanco que es el más común, como el morado, con una mayor concentración de antocianinas y por lo tanto de antioxidantes, o el naranja, con mayor presencia de vitamina A.
Dependiendo la forma en que se consume, se obtienen diferentes carbohidratos y calorías:
100 g de coliflor cruda aporta 25 calorías y 5 g de carbohidratos.
100 g de coliflor hervida aporta 23 calorías y 4 g de carbohidratos.
Gracias a este aporte nutritivo es que el consumo de coliflor se ha vinculado a diferentes beneficios para la salud:
Cuida el corazón
La coliflor posee un compuesto llamado glucorafanina, que a su vez puede convertirse en otros componentes llamados isotiocianatos.
Según la evidencia disponible, estos actuan como antiinflamatorios y previenen la acumulación de lípidos (grasa) en los vasos sanguíneos.
Esto favorece una correcta circulación sanguínea y previene el riesgo de enfermedades como la aterosclerosis. Además, parece ayudar a reducir la presencia de colesterol “malo” en sangre a la vez que estimula la producción del “bueno”.
Cosas que hacen daño al corazón y no lo sabías
Otra bondad relacionada a la salud cardiovascular que deriva del consumo de coliflor es un mayor control sobre la presión arterial.
Aunque los investigadores aun analizan el vínculo detrás de esta relación, se cree que se debe a que ciertos compuestos inhiben la enzima convertidora de angiotensina, es decir, funciona de forma similar a los medicamentos contra la hipertensión.