Ocurre cuando el tono muscular es mayor de lo normal, provocando rigidez o mayores esfuerzos o resistencias para moverse o estirarse. Conoce aquí los distintos tipo de hipertonía, sus causas y formas de prevención.
Los músculos son estructuras y tejidos presentes en el organismo de los seres humanos y la mayoría de los animales. Tienen la capacidad de generar movimiento al contraerse y relajarse, siempre actuando entre pares antagónicos.
Están formados por miocitos, células especializadas que tienen la propiedad de aumentar o disminuir su longitud cuando son estimuladas por impulsos del sistema nervioso.
La hipertonía muscular se caracteriza por la reducción en la agilidad de los músculos. Esto se traduce en resistencias, rigidez, trayectorias limitadas o movimientos más lentos. A la larga, esta afección puede causar contracturas u otras lesiones musculares.
Lo contrario a la hipertonía es la hipotonía, es decir, la disminución del tono muscular o flacidez. Los especialistas diferencian tres tipos de hipertonía:
Espasticidad
La espasticidad es el tipo de hipertonía más frecuente en niños con parálisis cerebral y se caracteriza por que algunos músculos se mantienen permanentemente contraídos.
Esto provoca rigidez y acotamiento de los músculos, afectando distintas funciones y movimientos como equilibrio, deambulación, deglución, manipulación o habla.
Distonía
Otra tipo de hipertonía es la distonía, esta es una alteración del movimiento en la cual se produce una contracción muscular mantenida o intermitente que puede causar movimiento involuntarios o alteraciones en la postura del paciente.
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La distonía puede ser generalizada o focal, en este último caso afecta grupos musculares específicos de un segmento corporal.
Rigidez
La rigidez se caracteriza por una o más articulaciones que ofrecen resistencia al movimiento, sin importar la velocidad en la que se realice. También puede ocurrir que el miembro que se mueve no vuelva a la posición fija o ángulo correcto.