A media mañana de ayer domingo se vivieron horas de tensión en la Comisaría 10.
Un grupo de detenidos alojados en el arresto de esa dependencia policial, amenzaron con amotinarse y quemar los colchones.
Reclamaban que se restituyan las visitas familiares, suspendidas hace varias semanas para evitar contagios de coronavirus.
Ante la amenaza, la guardia de la seccional fue reforzada con personal de Infantería.
Finalmente, pasadas las 15, los presos depusieron su actitud y los refuerzos pudieron retirarse.