Por delegaciones del titular de la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos IV, Diego Hevia, intervino la auxiliar de fiscal, Natalia María Carabajal, acompañada por la instructora Gladys Casal. Al momento de solicitar la prisión preventiva (por 45 días), la investigadora se refirió a los riesgos procesales por falta de arraigo y entorpecimiento de la investigación (el cómplice del primer hecho no fue habido).

Carabajal recordó también que la mujer ya posee una condena de ejecución condicional anterior (del 27 de noviembre del año pasado). “En caso de recaerle condena en esta investigación indefectiblemente será de cumplimiento efectivo. En caso de libertad podría influir en su consorte de causa quien sigue evadido de la acción de la Justicia”, expuso la Auxiliar de Fiscal. Para finalizar, el juez interviniente redujo el plazo por 25 días y luego de escuchar a la víctima resolvió, además, disponer una consigna policial móvil (a modo preventivo).

Primer hecho

El pasado sábado, 28 de septiembre, siendo las 23:05 horas aproximadamente, una pareja ingresó por separado al motel ubicado en Crisóstomo Álvarez de esta ciudad capital, entre calles Moreno y avenida Sáenz Peña, abonando una estadía por 12 horas. Al asignarles la habitación N°5, ambos actuando de manera conjunta y coordinada con claras intenciones de apoderarse de bienes ajenos a su propiedad sustrajeron un televisor marca Sanyo de 32” que estaba colocado en un soporte de hierro en la pared, usando un destornillador para sacarlo y sustraer también el control remoto. Acto seguido se retiraron por separado del motel, siendo que el masculino (aún no habido) trasladaba lo sustraído en una funda de almohada.

Segundo hecho

El domingo, 29 de septiembre, la acusada ingresó a las 07:00 horas al mismo motel solicitando otra habitación (siendo que contaba aún con horas a favor de la habitación anterior). En esta oportunidad, se le asignó la pieza N°2 pero cuando la empleada ingresó a limpiar la habitación en que había estado anteriormente la pareja notó que faltaban el televisor y su respectivo control remoto por lo que dio aviso a la propietaria del lugar, haciéndose presente la misma. Al ingresar a la nueva habitación asignada a la acusada, la damnificada tocó la puerta encontrando a la femenina con un destornillador de color azul entre sus manos con el que había empezado a sacar el segundo televisor (de la nueva habitación). Posteriormente, la hija de la víctima llamó al personal policial que procedió a su aprehensión y posterior traslado a la comisaría.