Vladimir Putin y Donald Trump mantuvieron una conversación telefónica de más de una hora, en la que el líder ruso advirtió que responderá al reciente ataque con drones que destruyó 41 aviones en bases aéreas rusas. La ofensiva, llevada a cabo por Ucrania el pasado domingo, aleja la posibilidad de una solución pacífica en el corto plazo, según expresó el presidente estadounidense.
“Fue una buena conversación, pero no una que conduzca a una paz inmediata. El presidente Putin afirmó, con mucha firmeza, que tendrá que responder al reciente ataque a los aeródromos”, escribió Trump en su red social Truth Social.
Según detalló, el diálogo incluyó también temas como las negociaciones con Irán por el acuerdo nuclear y la preocupación compartida por la creciente tensión entre Moscú y Kiev, que sigue sin dar señales de tregua.
La ofensiva ucraniana sorprendió a la Casa Blanca, que aseguró no haber sido informada previamente del ataque con drones. El golpe fue calificado como uno de los más significativos desde el inicio de la guerra, y generó nuevas fricciones entre Rusia y Estados Unidos, en un momento crítico para las negociaciones internacionales.
Por su parte, Putin también habló con el papa León XIV, a quien le manifestó su preocupación por lo que calificó como “actos subversivos del régimen de Kiev contra infraestructura civil rusa”. La Presidencia rusa emitió un comunicado oficial tras ese intercambio.
El mismo día del llamado entre los presidentes, Ucrania volvió a golpear objetivos estratégicos rusos: más de una tonelada de explosivos fue utilizada en un ataque al puente de Kerch, que conecta Crimea con el resto del territorio ruso.
La segunda ronda de negociaciones entre Rusia y Ucrania en Estambul tampoco logró avances significativos: si bien se acordó un nuevo intercambio de prisioneros, el alto el fuego solicitado por Kiev fue rechazado, y las expectativas de desescalada volvieron a diluirse.
Trump, que en las últimas semanas había criticado públicamente a Putin por los continuos bombardeos sobre Ucrania, ahora se muestra frustrado por el estancamiento diplomático y el repunte de la violencia.