Al inflamarse estas bolsas, se dificulta el movimiento, aumenta la fricción y se produce dolor. Aquí te explicamos todo lo que debes saber sobre la bursitis o dolor en el hombro.
La bursitis puede ocurrir en diferentes zonas del cuerpo, como el talón, la rodilla e incluso el dedo gordo del pie, sin embargo, es más común que se dé en el codo, la cadera y el hombro.
Entre sus principales síntomas se destaca que la articulación afectada se sienta rígida, duela al moverse o presionarse, y se vea hinchada o enrojecida.
Los expertos informan que la bursitis puede ser una consecuencia de realizar movimientos repetitivos o posiciones que ejercen presión sobre las bolsas sinoviales, como lanzar o levantar algo por encima de la cabeza, apoyarse durante largos períodos de tiempo sobre los codos, o realizar alguna tarea arrodillado.
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También puede ser producto de lesiones o traumatismos, artritis reumatoide, gota e infecciones.
Entre los principales factores de riesgo de la bursitis se encuentra la edad y las profesiones o pasatiempos que exigen mantener una posición o repetir movimientos durante mucho tiempo, como tocar algún instrumento musical, realizar arreglos en casa, o jardinería.
Cómo tratar y prevenir la bursitis
Si bien es común sentir dolores temporales en el hombro, deberás consultar a un médico si este se ve acompañado por una incapacidad para mover una articulación, presenta inflamación excesiva, hematomas, erupciones, enrojecimientos, o fiebre.
Los profesionales de la salud realizarán un diagnóstico para conocer la causa del malestar.
Si se trata de bursitis, el descanso, los medicamentos para el dolor y la aplicación de hielo en la articulación afectada serán las opciones recomendadas para aliviarla.