Aunque se estima que entre 5 y 20% de la población padece esta afección, en la mayoría de los casos pasa desapercibida hasta encontrarse en una etapa avanzada debido a que no provoca síntomas. Conoce aquí cuáles son las características de la hipercolesterolemia, cómo tratarla y qué hacer para prevenirla.
¿Qué es el colesterol?
Para entender qué es la hipercolesterolemia es necesario entender qué es el colesterol. Se trata de una sustancia que se parece a la grasa y se encuentra en todas las células del cuerpo. Se utiliza para producir vitamina D, hormonas y compuestos que facilitan la digestión.
Aunque el organismo puede generarlo por su cuenta, también lo obtiene de diferentes alimentos, principalmente de origen animal, como quesos o carnes.
La sangre transporta el colesterol a las células a través de partículas llamadas lipoproteínas. Dos de las más importantes son la de baja densidad (LDL) también conocidas como colesterol “malo”, y las de alta densidad (HDL) o colesterol “bueno”.
Los niveles de colesterol se miden en miligramos (mg) por decilitro (dl) de sangre. Estos son los valores correspondientes para cada caso:
Valores para el colesterol total:
Deseable: menos de 200 mg/dL.
Límite superior del rango normal: entre 200 y 239 mg/dL.
Alto: 240 mg/dL o más.
Valores para el colesterol LDL o “malo”:
Óptimo: menos de 100 mg/dL.
Por encima del valor óptimo: entre 100 y 129 mg/dL.
Alto: entre 160 y 189 mg/dL. Muy alto: 190 mg/dL o más.
Valores para el colesterol HDL o “bueno”:
Se considera que brinda protección contra la enfermedad cardíaca: 60 mg/dL o más.
Se aconseja que aumente: entre 40 y 59 mg/dL.
Factor de riesgo de enfermedad del corazón: menos de 40 mg/dL.
Se habla de hipercolesterolemia cuando los niveles de colesterol superan los valores considerados óptimos o normales.