Durante años, la idea de que beber café en ayunas puede causar estragos en el sistema digestivo circuló con fuerza, alimentando un mito popular que asocia esta práctica con úlceras estomacales, acidez crónica e incluso consecuencias más improbables como caída del cabello o problemas menstruales.
Sin embargo, nuevas investigaciones están desafiando esta creencia, y cada vez más estudios apuntan a que, en realidad, los efectos no son tan alarmantes como se creía.
¿Qué pasa si tomas café en ayunas?
El café es una de las bebidas más consumidas del mundo y, para millones de personas, la primera taza del día ocurre antes de haber ingerido alimento alguno. Esta costumbre tiene un motivo claro: la cafeína estimula el sistema nervioso central, lo que mejora el estado de alerta y promueve el tránsito intestinal. De hecho, muchos lo consideran su mejor aliado para comenzar el día.
No obstante, el café también tiene un nivel de acidez elevado, con un pH que ronda entre 4,8 y 5,1. Esto ha generado preocupaciones sobre su impacto en el estómago vacío.
Sin embargo, según la doctora Trisha Pasricha, gastroenteróloga del Hospital General de Massachusetts y profesora en la Universidad de Harvard, no hay pruebas sólidas de que tomar café en ayunas cause daño significativo.
El estómago, recuerda, “posee mecanismos de protección naturales, como la secreción de una mucosidad espesa que lo protege de irritantes”.
Un estudio dirigido por Byron Cryer, del Centro Médico de la Universidad Baylor, llegó a conclusiones similares. Tras analizar a personas que bebían incluso tres o más tazas al día, no se hallaron vínculos significativos entre el consumo de café y la aparición de úlceras gástricas o intestinales.
¿Por qué no beber café en ayunas?
Aunque la evidencia científica disipa temores sobre daños graves, existen efectos secundarios que sí pueden afectar a ciertas personas. Entre ellos se destacan:
– Aumento de la acidez estomacal: la doctora Supriya Rao, del Centro Médico Tufts, indica que el café puede agravar síntomas de reflujo gastroesofágico (ERGE) o úlceras preexistentes, provocando ardor y molestias.
– Síndrome del intestino irritable (SII): la cafeína acelera el tránsito intestinal, algo que puede ser positivo para algunos pero perjudicial para quienes sufren de SII, al inducir calambres, diarrea o hinchazón.
– Ansiedad y nerviosismo: consumido en ayunas, el café entra más rápidamente en el torrente sanguíneo, intensificando sus efectos estimulantes y provocando posibles picos de ansiedad o aumento del ritmo cardíaco.
– Alteración de los niveles de cortisol: la cafeína puede potenciar la secreción de esta hormona del estrés, especialmente cuando ya se encuentra en niveles elevados por la mañana.
Cuál es la mejor manera de beber café a la mañana
Si bien el consumo de café en ayunas no es intrínsecamente peligroso, se pueden tomar medidas simples para reducir molestias:
– Acompañarlo con algo sólido, como un pequeño desayuno o una galleta, ayuda a neutralizar su acidez.
– Añadir leche puede mitigar la irritación gástrica, al elevar el pH.
– Beber agua junto con el café para evitar deshidratación.
– Evitar cremas y azúcares en exceso, que podrían contrarrestar los beneficios del café.
– Usar filtros de papel para preparar la bebida, lo que ayuda a eliminar compuestos que elevan el colesterol LDL.
– También es clave moderar la cantidad. La FDA de los EEUU recomienda un límite de 400 mg de cafeína al día (unas cuatro o cinco tazas). Superar esa dosis puede causar palpitaciones, insomnio o náuseas.
Quiénes no deberían tomar café en ayunas
Aunque el hábito matutino es seguro para la mayoría, ciertos grupos deberían ser más cautelosos:
– Personas con reflujo o úlceras: la acidez del café puede empeorar su condición.
– Individuos con SII: podrían experimentar malestares gastrointestinales.
– Personas con ansiedad o trastornos del pánico: la cafeína en ayunas puede intensificar los síntomas.
– Mujeres embarazadas: el exceso de cafeína se ha vinculado con menor peso al nacer y mayor riesgo de pérdida del embarazo.
– Niños: sus efectos en menores no están del todo investigados y podrían resultar dañinos.