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04/05/2021

Quién es el joven prodigio del ajedrez que se enfrenta a los mejores del mundo

El indio Rameshbabu Praggnanandhaa tiene 15 años y hace cinco que es gran maestro; ya ganó 3 Mundiales y hasta le empató una partida al campeón del mundo el noruego Magnus Carlsen

Un niño indio de 15 años parece encaminado a reinscribir la historia del ajedrez; la aparición de un nuevo prodigio, poseedor de un fuerte talento innato y con alta capacidad para el aprendizaje y el estudio, amenaza con revolucionar ese mundo de ingenio, cálculos y lógica. De nombre intrincado, difícil de escribir y pronunciar, Rameshbabu Praggnanandhaa sigue causando asombros descifrando gambitos y enroques en cada actuación; en ese ámbito lo llaman simplemente, Pragg.

Con sólo diez años dedicados a pulir sus rudimentos en el juego, el pequeño ya suma en su palmarés varios logros para la memoria; ganó tres campeonatos mundiales: Sub8 (en 2013), Sub10 (en 2015) y Sub18 (en 2019, con 14 años), además, en 2016, se consagró en el maestro internacional más joven del historial de este juego, a los 10 años, 10 meses y 19 días, y obtuvo el título de gran maestro (el cuarto a la edad más precoz) a los 12 años, 10 meses y 13 días, en 2018. Y si algo le faltaba para engalanar aún más su currículum, hace algunas horas, el prodigio indio hizo su debut en un torneo internacional “Melwater Champions Chess Tour” junto a figuras de élite, incluido el campeón mundial, el noruego Magnus Carlsen. Pragg, preclasificado último entre los 16 participantes, finalizó 12°, con 7 puntos sobre 15 posibles, con 4 victorias y 6 empates, entre ellos con Carlsen (N°1 del mundo), Nakamura (N°18) y Firouzja (N°13). Impresionante.

Hasta el propio campeón mundial, ganador de la primera fase del certamen, se refirió al ascenso de Pragg: “Creo que debemos disfrutar del hecho de que está jugando muy bien a esa edad, yo diría, además, que también sin miedo. ¡Ciertamente no me mostró demasiado respeto en nuestro enfrentamiento!”, dijo risueñamente, Magnus Carlsen de 30 años y N°1 del ajedrez desde hace una década.

Nacido el 10 de agosto de 2005, en el seno de una familia trabajadora en Chennai (la capital de Tamil Nadu), el pequeño Pragg tenía 5 años cuando descubrió el ajedrez observando a su hermana Vaishali (tres años mayor y campeona mundial femenina Sub12 y Sub14); ella, que aprendió el juego en la academia (Chess Gurukul, del maestro indio Ramachandran Ramesh) se convertiría en la primera maestra de su hermano; le enseño los movimientos y algunas celadas. Cuando el niño comenzó a ganar sus primeras competencias y su talento era señalado por los expertos, sus padres tuvieron que recurrir a una ayuda externa para poder financiar los gastos de entrenadores, viajes y estadías de Pragg y Vashili. Un agente inmobiliario apostó por ellos y sumado a los aportes de la comunidad y la federación india los hermanos Praggnanandhaa se dedicaron por completo al ajedrez; el pequeño Pragg enseguida se ganó los principales titulares. Es que con la conquista del título de maestro internacional en 2016 superó los records de Karjakin y Judit Polgar que lo habían logrado con algo más de 11 años.

“Recuerdo el primer día que vino a mi clase; yo suelo preguntar a mis alumnos, al comienzo de cada entrenamiento, cuál es el tema que quieren aprender ese día. Mientras todos se rascaban sus cabezas y no se decían palabra alguna, Pragg levantó su mano y me dijo: vine hasta aquí para aprender todo lo que me pueda enseñar. Nunca en mis años de profesor había escuchado a un niño de 8 años decir algo así” aseguró Ramesh, último gran maestro indio en ganar el campeonato británico en 2002. Y agregó: Absorbía todo como una esponja; normalmente se comienza con la enseñanza de un movimiento y que el alumno lo vaya repitiendo, en cambio Pragg quería saber cuál era el siguiente, el siguiente y el siguiente antes de comenzar a practicar. Creo que entre sus mayores virtudes está su dedicación al estudio y una memoria fantástica; recuerda sus viejas partidas, reconoce los errores cometidas antes de que se lo señales y analiza las partidas como una persona mayor a sus años”.

Bajo el entrenamiento del maestro indio Ramesh, el niño Pragg siguió cosechando títulos y campeonatos mundiales, su sed de aprendizaje sorprendió a su propio entrenador. En tanto papá Rameshbabu, que sufre de poliomielitis, lo que le impide acompañar a su hijo al exterior, se muestra equilibrado al hablar de su hijo: “Es un chico inteligente y su juego, según los expertos, es muy maduro para su edad. Aún es demasiado joven para comprender el valor de sus conquistas; a su edad sólo piensa en jugar, ganar y ver dibujos animados en la televisión como cualquier otro niño”. El pequeño Pragg asiente los dichos de su padre, “Chota Bheem, Mighty Raju y Tom y Jerry, son mis favoritos. Me gusta más la TV que los videos juegos; la compu y el teléfono sólo los uso para jugar partidas de ajedrez. Al sitio Chess ingreso todos los días pero no juego más de 10 partidas. También me gusta jugar al bádminton con mi mamá”.

A sus jóvenes 15 años, el prodigio indio, que a partir de 2019 cambió de entrenador, ahora estudia junto al ex campeón mundial, el ruso Vladimir Krmanik, ha dado muestras de su talento por distintos puntos del planeta; lo vieron brillar en Grecia, Italia, España, Dinamarca, Rusia, Estados Unidos y en la Isla de Man, en 2016 donde dejó su primera partida inmortal frente al tablero; derrotó en sólo 18 jugadas al gran maestro Axel Bachmann, el mejor ajedrecista de la historia de Paraguay. En la India ese juego fue bautizado como “La partida del siglo” emulando la hazaña de Bobby Fischer en 1956, cuando con 13 años venció al gran maestro Donald Byrne. En 2020, en una de las últimas competencias presenciales disputadas antes de la pandemia por el COVID19, el pequeño Pragg se dio un nuevo gusto, el de vencer a un ex campeón mundial; en el Open de Gibraltar derrotó al búlgaro Veselin Topalov pero para ello debió completar 33 movimientos. En diciembre último Pragg recibió el premio “Global Child Prodigy” en la categoría deportes su nombre fue incluido en los 100 mejores prodigio de 2020.

Como una reminiscencia de sus inciertos y misteriosos orígenes, un nuevo reverdecimiento del ajedrez, acaso, parece asomarse desde la cuna de su nacimiento. Es que fue en Oriente cuando el ejército de Alejandro Magno, Rey de Macedonia, venció al Rey indio Paurava, en la batalla de Hidaspes (en el 326 a. C), el intercambio cultural produjo que de la fusión de dos juegos: La Petteía (de origen griego, de lógica y estrategia) y el Chaturanga (indio, de azar y guerra) dieran origen al Ajedrez.

Si bien entre los siglos XVIII y los comienzos del XX, el ajedrez gozó de una asidua práctica en las Cortes, y más tarde en bares y clubes con el surgimiento de grandes figuras, como los primeros campeones mundiales, oficiosos y oficiales, junto a la organización de importantes competencias en América y Europa, aún en Oriente era considerado un entretenimiento. Sólo la fugaz aparición del Sultán Khan (un ajedrecista indio iletrado, sirviente del Coronel Sir Uman) que jamás había leído un libro de la teoría del juego, tuvo luz de estrella; jugó sólo cinco años en los que logró vencer al cubano Capablanca (en Hasting 1930) y ganar los campeonatos británicos de 1930, 1932 y 1933. Luego regresó a la India, fue campeón de su país, y se alejó definitivamente del ajedrez. Murió en el campo, de tuberculosis, en 1966.

Hubo que esperar hasta la década de los ochenta para que, por primera vez en el historial del ajedrez, un jugador indio peleara por uno de los puestos de elite; su nombre Viswanathan Anand; el hombre que cambió la historia.

En 1987, Anand se convirtió en el primer ajedrecista asiático en ganar un Mundial (el campeonato juvenil en Filipinas), y ser el primer jugador indio con el título de gran maestro. Fue cinco veces campeón mundial; ganó el título en 2000, lo perdió, en 2002 y recuperó en 2007. Su reinado se extendió hasta 2013 (cayó ante Carlsen). En 2021 anunció su retiro de la alta competencia; su paso brillante por el ajedrez ya había dejado una huella indeleble: se convirtió en el deportista más famoso en un país con 1350 millones de habitantes, y fue elegido como el mejor deportista indio del milenio. Su mejor legado: 66 ajedrecistas indios poseen hoy, el título de gran maestro. Muchos de ellos son menores de 20 años, sobresalen los nombres de: Rahhil Mullick, Dommaraju Gupesh, Nihail Sarin y el pequeño Pragg.

Acaso, Jorge Luis Borges lo había anticipado cuando escribió uno de sus sonetos dedicados al ajedrez: “En el Oriente se encendió esta guerra, cuyo anfiteatro es hoy toda la Tierra”. El Rey, Rameshbabu Praggnanandhaa se alista para una nueva batalla. La historia lo acompaña.

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