Atlético Tucumán quedó eliminado de la Copa Argentina al caer 1 por 0 contra Independiente. El “Decano” enfrentará el próximo lunes a Godoy Cruz por la Liga Profesional de Fútbol (LPF), una final por la permanencia en la Primera División.

El título de este artículo no inocente, en las redes sociales apuntaron contra Ramiro Ruiz Rodríguez, el volante de 22 años, específicamente, por errar dos claras chances contra el arco del uruguayo Sebastián Sosa cuando el partido estaba en pardas. En la primera, justificado, pateó sin fuerza, luego de correr 30 metros. Una chance que se creó solo, tras un yerro defensivo.

La segunda oportunidad fue diferente. El volante de las divisiones inferiores tuvo tiempo y espacio para definir contra el portero rojo. No tuvo claridad, pateó débil a las manos de Sosa. Tras esa chance, vino la expulsión de Nicolás Thaller por un infantil foul a Lucas González. De ahí en más, el partido fue diferente. Pusineri se vio obligado a cambiar jugadores y defenderse ante un Independiente horrible que no inquietó a Carlos Lampe, y solo pudo anotar el gol por una serie de malos rechazos de la zaga defensiva tucumana.

Ahora bien, Ruiz Rodríguez, a pesar su falta de definición, quedó evidenciado tras el partido de ayer, es el jugador más desequilibrante que tiene Atlético Tucumán. Sin embargo, la falta de definición puede ser perjudicial en el volante. Lucas Pusineri debe corregir esa falencia del jugador, pues el inexorable devenir del tiempo hará mella en un joven con talento a explotar.

El lunes, el “Decano” juega su primera final por la permanencia en la LPF. Enfrenta a Godoy Cruz, el último en descender a la Primera Nacional. El conjunto tucumano le lleva solo tres puntos a su par de Mendoza. Una victoria ayudaría a prolongar el buen momento en la Liga y a despegarse de la zona baja.