Al menos tres estudios científicos sobre la variante británica del coronavirus tiene en ascuas al Gobierno del Reino Unido, sobre todo el que reflejó que la cepa identificada en Kent “es casi el doble” de mortal que la que provocó la primera ola de la pandemia en ese país.

Mientras Argentina registró el sábado pasado el primer caso de una persona contagiada por la cepa británica del coronavirus, el Primer Ministro de Reino Unido, Boris Johnson, informó este viernes que existe “alguna evidencia” de que la variante local “puede estar asociada a un nivel más alto de mortalidad” en pacientes con Covid-19.

Según el periódico The Sun, el Gobierno del Reino Unido lidia con tres estudios separados que tienen como objetivo la variante del coronavirus detectada en Kent, en el sureste del país.

El problema por ahora es que esos estudios indican valores muy distintos: la nueva variante del virus que causa el Covid-19 no sólo sería hipercontagiosa sino que tendría entre 29 y 91 % más de posibilidad de ser mortal.

Con esa diferencia entre los porcentajes de probabilidades, el principal asesor científico del Gobierno británico, Patrick Vallance, aseguró que 13 o 14 personas de cada 1.000 podrían morir por la nueva variante, contra las 10 -en promedio- que fallecen por la original.

El experto también se refirió a las variantes del coronavirus detectadas en Sudáfrica y Brasil al reconocer la preocupación de que “si tienen más características pueden no ser suceptibles a las vacunas” desarrolladas hasta la fecha.

“Definitivamente nos preocupan más y necesitamos seguir observándolas y estudiándolas”, convino.

Lejos de cerrar la semana con una nota positiva o esperanzadora, Boris Johnson anunció que “el número de muertes (por Covid-19) subirá siendo alto al menos por un tiempo”.

En las últimas 24 horas se diagnosticaron 40.261 nuevos casos de Covid-19 en Reino Unido, y 1.401 muertes por la enfermedad, una baja leve desde la cifra récord de más de 1.600 que se anotó esta semana.