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20/01/2021

Remedios caseros para aliviar los ojos cansados

La frase "ojos cansados" expresa un amplio número de causas que pueden afectar la vista y generar malestar. En la mayoría de los casos no son de gravedad, pero hay que prestarles atención.

Las razones tras sentir cansancio en la vista incluyen:

Falta de humectación. Esto genera resequedad en los ojos lo que provoca que a veces hasta cueste abrirlos. Una de las causas más comunes de resequedad ocular son los acondicionadores de aire. También cuando no se generan suficiente cantidad de lágrimas.

Pobre flujo sanguíneo. Puede deberse a pequeñas arterias o lagrimales tapados.

Tensión muscular. Tener la vista fija por largos períodos de tiempo hace que los músculos se tensen y, con el tiempo, les cueste relajarse.

Parpadeo pobre. Especialmente las personas que están horas frente a una computadora muchas veces se “olvidan de parpadear”, lo que genera resequedad y debilidad muscular..

Ojos rojos o irritados. Desde la intensidad del trabajo frente a la computadora hasta el humo, la contaminación ambiental y el consumo de ciertos medicamentos pueden causar este malestar.

Hay productos farmacológicos, especialmente en forma de gotas y geles, muchos de ellos de venta libre, pero también ciertos recursos caseros qe pueden ayudar mucho a complementar y potenciar el efecto de las populares gotas.

1. Aplicar rodajas de pepinos sobre los ojos

El pepino es un vegetal que se ha usado desde tiempos inmemoriales en la medicina tradicional para tratar distintas afecciones. Está formado en un 90% por agua, por lo cual tiene un importante poder hidratante.

La experiencia empírica muestra que mantener una rodaja de pepino sobre los ojos por unos minutos ayuda a superar ciertos malestares oculares y eventualmente una inflamación. También refresca la vista cansada.

2. Algodón empapado en té (o saquitos)

Los tés verde, de manzanilla y de rooibos pueden ser eficaces para refrescar los ojos cansados. También tienen propiedades antiinflamatorias, lo que ayuda con los ojos irritados.

Se recomienda colocarlos sobre los ojos cerrados y dejarlos en esa posición por algunos minutos.

3. Colocar toallitas mojadas sobre los ojos

Lo ideal es empapar los paños en agua tibia previamente hervida. Luego colocarlos sobre los ojos por unos 5 minutos. Estas compresas alivian la inflamación, hidratan y si hay dolor, también ayudan a combatirlo.

4. Ajustar la luz de la computadora y los dispositivos

Muchas veces no prestamos atención a la intensidad de la luz en los dispositivos en los que leemos o vemos películas, menos aun en la computadora con la que trabajamos.

Un especialista en visión podrá indicar cuál es la luz precisa en cada caso para poder regularla.

Cuando se lee, se recomienda tener una lámpara detrás cuya luz apunte directamente al libro o pantalla.

5. Limitar el tiempo frente a la pantalla (o tomar descansos)

Si es posible, lo ideal es limitar el tiempo de exposición a la pantalla. Pero si el trabajo no lo permite, es mandatorio para los ojos tomarse descansos de al menos unos minutos. Pero no para sentarse frente a otra pantalla.

Lo ideal es simplemente no mirar nada, descansar y relajar la vista: cerrar los ojos.

6. Masajear los ojos por unos minutos

Masajear los ojos cerrados, sin ejercer presión, al parecer alivia la presión que sienten los ojos y los relaja.

Este masaje debe ser muy delicado porque la zona de los párpados es muy frágil.

7. Mejorar la calidad del aire en el hogar

Ya sea porque hay una alta circulación de aire, poca circulación o mucho polvo, el aire impuro afecta la vista e irrita a los ojos.

Un humidificador, aunque sea pequeño, instalado en la parte del hogar en donde se permanece más tiempo puede ayudar a mantener los ojos bien hidratados y a prevenir varios de los síntomas descriptos.

Siempre que se coloquen productos o remedios caseros sobre los ojos hay que lavarse las manos antes para evitar que bacterias entren en contacto con la superficie del globo ocular.

Esta información se ha tomado de las fuentes descriptas a lo largo del artículo y citadas abajo. Pero no reemplazan el consejo de tu médico.

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