La primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, ha anunciado su dimisión tras 45 días al frente del país. En un breve discurso desde su residencia oficial, ya ex jefa de gobierno británico, 10 Downing Street ha afirmado que no puede “llevar a cabo su mandato”. El mandato de Truss estaba herido de muerte después de que su ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, presentara un plan fiscal basado en una reducción significativa de impuestos que obligó a la intervención de la libra por parte del Banco de Inglaterra.
Truss se reunió antes de su intervención con el Rey Carlos III, a quien comunicó su dimisión, y con el presidente del Comité 1922 del partido conservador británico, Sir Graham Brady, con quien acordó que se estableciera un nuevo liderazgo para el Reino Unido en un plazo de una semana. En el día de ayer, las escenas de tensión bañaban el Parlamento Británico en medio de una votación sobre el fracking, otra de sus decisiones más polémicas.