El hecho sucedió en Río Seco, localidad ubicada en el centro-sur de la provincia de Tucumán.
Un niño de ocho años llamado Máximo fue atacado por un perro Pitbull. Él menor se encontraba en la casa de su padre y fue atacado por su propio perro, recibiendo graves mordeduras en todo su cuerpo.
Luego del accidente, Máximo fue trasladado al Hospital de Niños en donde su estado hasta el momento es grave y reservado.