Cuando parecía que River Plate estaba cerca de cerrar la incorporación de Lucas Esquivel, una complicación inesperada frenó el avance de las negociaciones. Unión de Santa Fe, que posee el 20% de los derechos económicos del lateral izquierdo, exige recibir su porcentaje del monto que el Millonario acordó con Athletico Paranaense, dueño del 80% del pase.

La oferta de River asciende a poco más de cinco millones de dólares por el porcentaje mayoritario de Esquivel, cifra que ya cuenta con la aceptación del club brasileño. Sin embargo, Paranaense no contempla repartir el dinero con Unión, algo que el Tatengue reclama como su derecho. Desde Santa Fe consideran que les corresponde un millón de dólares, equivalente al 20% del total de la operación.

La postura de River es mantenerse al margen del conflicto entre los clubes involucrados y no incrementar su oferta original. Esto deja la resolución en manos de Paranaense y Unión, quienes deberán llegar a un acuerdo para que la transferencia se concrete. En caso contrario, la operación podría fracasar a solo cuatro días del cierre del mercado de pases.

Marcelo Gallardo, quien solicitó al lateral como refuerzo prioritario, insiste en la importancia de cerrar la llegada de Esquivel para cubrir necesidades en el plantel. Sin embargo, el Millonario no está dispuesto a asumir costos adicionales en esta disputa contractual.

Un escenario común, pero de alto riesgo

El caso de Esquivel expone una situación recurrente en transferencias de jugadores con fichas compartidas entre clubes. Aunque la negociación parecía sencilla, la falta de un consenso entre las partes ha puesto en jaque una operación clave para River.

Con el tiempo en contra, el desenlace de esta historia se definirá en las próximas horas. River espera que Paranaense y Unión resuelvan sus diferencias para destrabar la transferencia y sumar al defensor al plantel de cara a la temporada.