Según consta en la denuncia que realizó la víctima -de apellido Subelza- es propietaria de dos comercios en la vecina ciudad, los cuales están ubicados sobre calle Alem al 100 y otro en la misma arteria, al 200, del barrio Centro.

Sostuvo que el miércoles mandó -desde su tercer negocio en la ciudad Capital hasta La Banda- con su cuñado doce bolsas con prendas de vestir para reponer y tener en stock en los comercios.

En horas de la tarde, sin que sus empleados supieran, la mujer se desplazó hasta La Banda ya que debía realizar unos trámites en una escribanía de calle España y visitar a un familiar enfermo, internado en el Centro de Salud Banda.

Cerca de las 19, cuando terminó con todos sus diligencias, la mujer cruzó por la esquina de su comercio. Allí notó cómo el acusado -quien fue identificado como Franco Sández, alías “Gordo”- salía del negocio con dos bolsas.

Según la denuncia de la víctima, el acusado ingresó en una barbería -colindante con uno de sus comercios, propiedad de un joven dominicano- dejó los bultos y regresó nuevamente a su puesto de trabajo.

Sin levantar sospechas, la comerciante ingresó a la barbería y se entrevistó con el dueño quien le confirmó que su empleado el día martes ya había dejado una bolsa y que lo mismo había hecho ese día en dos oportunidades: por la mañana y por la tarde.

Además, explicó que las bolsas eran buscadas por un remisero, quien las retiraba del lugar. Inmediatamente la víctima llegó a la Comisaría 14 y contó lo sucedido. Los uniformados se entrevistaron con el barbero, quien confirmó la versión de la víctima.

Rápidamente se trasladaron a la casa del acusado, quien hizo entrega de las bolsas, reconoció que él las había sustraído y que lo hizo con ayuda de sus compañeras. La damnificada sostuvo que lo sustraído rondaría los $60.000.

Por orden de la fiscal interviniente -Dra. Cecilia Guido- Sández quedó en libertad tras ser identificado ya que devolvió todos los bienes a la víctima.