Cuando hablamos de productos para la cocina, muchas veces no prestamos atención a ciertos detalles que cumplen un rol fundamental para nuestras comidas.
Uno de ellos es el anillo de plástico que traen las botellas de aceite, que aunque parece un adorno o un elemento insignificante, tiene una función específica que pocos conocen.
Este anillo, que suele estar ubicado debajo de la tapa, actúa como un sello de seguridad. Su función es garantizar que el producto no haya sido abierto ni manipulado antes de llegar a tus manos. Al romperse al abrir la botella por primera vez, te asegura que el contenido está intacto y en perfectas condiciones para su consumo.
Por otro lado, este pequeño accesorio también ayuda a preservar la frescura del aceite, evitando que el aire entre en contacto con el líquido y afecte su calidad. De esta manera, el anillo de plástico sirve para mantener el sabor y sus propiedades por más tiempo.
El anillo plástico de seguridad empezó a usarse de forma masiva en los años 80, cuando se reforzaron las regulaciones en la industria alimentaria.
La incorporación de este “dispositivo” surgió como respuesta a una necesidad de que los productos lleguen a las casas sin haber sido alterados o contaminados.
Antes de abrir una botella de aceite, es importante revisar que el anillo de plástico esté adherido a la tapa. Si está flojo, roto o separado de la tapa es posible que el envase haya sido abierto o manipulado.