La vuelta de Miguel Ángel Russo a Boca Juniors marcó el inicio de un nuevo ciclo con una consigna clara: ordenar el vestuario y recuperar la calma que el club perdió en los últimos años. En medio de un plantel amplio y con varios jugadores en la cuerda floja, el experimentado entrenador comenzó con una reestructuración profunda, apuntando a depurar el equipo de cara al Mundial de Clubes.
Con la ventana de transferencias abierta exclusivamente para la competencia en Estados Unidos, Boca está dispuesto a escuchar ofertas por una lista de futbolistas que ya fueron marcados como prescindibles. Entre ellos, aparecen nombres de peso que en otros tiempos fueron protagonistas.
Luis Advíncula, Marcelo Saracchi y Sergio Romero encabezan la lista. El lateral peruano, aunque aún compite con Lucas Blondel por la titularidad, parece haber cumplido su ciclo en el club. Por su parte, el uruguayo Saracchi, resistido por la gente y protagonista de varios episodios polémicos, ya tiene el cartel de transferible colgado. A sus 27 años y con pasos por la selección, su futuro estará lejos de la Ribera.
El caso de “Chiquito” Romero es distinto pero contundente. La llegada de Agustín Marchesín lo dejó sin chances. Su lesión de rodilla a principios de 2025 y el flojo cierre de ciclo con Fernando Gago —incluido un escándalo con un plateísta— marcaron el fin de su paso por Boca.
Otros nombres en la cuerda floja
A esa lista se suman Cristian Lema, pretendido por Belgrano; Esteban Rolón, sin minutos desde su regreso de un préstamo; y Frank Fabra, quien, pese a sus esporádicas apariciones, ya no entra en la consideración. Lema arrastra una larga inactividad desde octubre de 2024, y Fabra cerraría un ciclo que superó el lustro en la institución.
También están bajo análisis casos como el de Lucas Janson y Agustín Martegani, cuya continuidad dependerá de la llegada de refuerzos. Si Boca incorpora un delantero o un nuevo mediocampista, ambos dejarían el plantel. Juan Barinaga, en tanto, solo saldría si llega otro lateral derecho, ante la probable salida de Advíncula.
El caso especial de Marcos Rojo
Distinta es la situación de Marcos Rojo, uno de los líderes del vestuario y cercano a Russo. El DT valora su experiencia, pero las lesiones, expulsiones y episodios de indisciplina lo pusieron bajo la lupa. Su contrato finaliza en diciembre y, si bien continuará hasta fin de año, su continuidad más allá de 2025 es una incógnita.
Con esta limpieza, Russo busca armar un plantel competitivo y equilibrado, que pueda pelear en el Mundial de Clubes sin las turbulencias internas que afectaron los ciclos anteriores. En Boca, empieza a rodar una nueva era.
