Según la consultora Ecolatina, la inflación en septiembre marcó la tendencia para lo que resta del año y estará apenas por debajo del 50%, un valor que ya había alcanzado en 2019 cuando cerró con el 54%.
“La elevada emisión monetaria le dio combustible a una nueva aceleración del proceso inflacionario (…) De esta manera, la inflación pasó del 2% entre abril y julio del 2020 a 3,6% en el último trimestre del año”, dijeron.
En respuesta al aumento de la inflación el gobierno implementó una estrategia: aumentar la cotización del dólar oficial por debajo del resto de los precios. A la vez, postergó la suba de tarifas de servicios públicos y redujo los aumentos de precios regulados. Por último, disminuyó el ritmo de emisión monetaria y reforzó los controles para contener los tipos de cambio financieros.
“La inercia alimentada por la emisión de dinero en 2020, con una elevada brecha cambiaria y mucho terreno por recuperar por parte de los trabajadores y empresarios de rubros golpeados por la cuarentena, junto con la expectativa de correcciones pendientes a fin de año, dificultaron el descenso de la inflación“, explicaron desde Ecolatina sobre el por qué no funcionaron las estrategias del Gobierno para contener el incremento de precios en los últimos meses del 2021.
Asimismo, “el desarme de Precios Máximos en junio aceleró los precios de este grupo de productos, que pasó de mostrar una inflación menor a 1% en los meses de pleno congelamiento a promediar incrementos de casi 4% entre abril y septiembre de este año. Estos bienes tienen un peso relativamente importante sobre la canasta general (casi un quinto del índice) y contribuyeron a una desaceleración más lenta de lo esperado”.
A pesar de las medidas tomadas, la “tregua” inflacionaria fue breve y Ecolatina estima que la inflación de octubre volverá a estar en torno al 3%.