Una de ellas, la sinusitis, se volvió muy común en las últimas temporadas debido a los malos tratamientos. Aquí repasamos todo sobre esta afección y te contamos cómo puedes hacer para prevenirla o aliviarla.
La sinusitis ocurre cuando los senos paranasales (cavidades llenas de aire detrás de las cejas y pómulos, y entre los ojos) se inflaman o hinchan debido a una infección provocada por un virus, bacteria u hongo. Existen dos tipos:
Aguda: cuando los síntomas están presentes por cuatro semanas o menos.
Crónica: cuando la hinchazón está presente por más de tres meses.
Tanto en adultos como en niños, ciertos factores de riesgo pueden favorecer la aparición de esta afección:
Fumar.
Ir a la guardería
Padecer fiebre del heno o fibrosis quística.
Someterse a cambios de altitud (al volar o bucear).
Tener estructuras anormales de los senos paranasales.
Tener un sistema inmune debilitado por el VIH o tratamientos como la quimioterapia.
Los síntomas de la sinusitis aguda pueden presentarse en los adultos tras un resfriado que no mejora o empeora después de cinco a siete días. Los más comunes son:
Congestión y secreción nasal.
Dolor de cabeza.
Dolor de garganta y goteo retronasal.
Dolor o presión detrás de los ojos o en los dientes.
Fatiga y sensación de malestar general.
Fiebre.
Mal aliento o pérdida del sentido del olfato.
Sensibilidad facial.
Tos que generalmente empeora por la noche.
Las señales de la sinusitis crónica son las mismas que las de la sinusitis aguda, aunque tienden a ser más leves y duran más de 12 semanas.
En el caso de los niños se puede apreciar:
Fiebre alta junto con secreción nasal oscura durante al menos tres días.
Resfriado o enfermedad respiratoria que tras mejorar comienza a empeorar.
Secreción nasal, con o sin tos, durante más de diez días.
Cómo protegerse
Una vez que ya padeces esta afección puedes optar por diferentes opciones para aliviar sus síntomas.