Las frutas y verduras tienen un rol fundamental en la alimentación saludable. Una de las que aporta varios beneficios es el tamarindo. Este fruto tropical tiene un sabor único y se puede agregar a varias preparaciones.

Este alimento se destaca por la riqueza de nutrientes que promueven la buena salud, pero también tienen propiedades que muchas personas desconocen. Es clave para combatir el hígado graso y evitar la retención de líquidos.

Las propiedades del tamarindo

Este fruto, que proviene del árbol de tamarindo, se caracteriza por su cáscara dura y pulpa carnosa. Originario de África, especialmente de Sudán, se cultiva hoy en diversas regiones de Asia, Oceanía y Sudamérica.

Además de tener un sabor único, el tamarindo es una excelente fuente de nutrientes y minerales, algunos de los más destacados son los siguientes:

– Calcio

– Hierro

– Potasio

– Magnesio

– Zinc

– Fósforo

– Sodio

– Vitamina B

– Vitamina C

– Vitamina E

Los beneficios

Según un estudio realizado por la Cleveland Clinic, el consumo de tamarindo ofrece diversos beneficios para la salud. Aquí algunos de ellos:

– Ayuda a controlar de la presión arterial: el tamarindo es rico en magnesio, este fruto aporta más del 25% de la ingesta diaria recomendada por porción. El magnesio es fundamental para el control de la presión arterial, especialmente en adultos mayores.

– Reduce la inflamación: la pulpa del tamarindo contiene potasio, flavonoides y polifenoles, estos poseen propiedades antiinflamatorias que ayudan para disminuir la inflamación relacionada con lesiones y enfermedades crónicas.

– Colabora en proteger contra enfermedades autoinmunes: los antioxidantes presentes en el tamarindo, especialmente el betacaroteno, tiene un papel clave en la protección celular contra el envejecimiento y algunas enfermedades autoinmunes.

– Apto para diabéticos: aunque el tamarindo tiene un contenido relativamente alto de azúcar, cuenta con un bajo índice glucémico que ayuda a prevenir picos de glucosa en la sangre.

Paso a paso: cómo hacer jugo tamarindo

El tamarindo se puede integrar en la alimentación diaria de diversas maneras gracias a su sabor único y versatilidad en la cocina. Una opción popular es preparar jugo de tamarindo:

– Colocar el tamarindo sin semillas ni cáscara en el agua.

– Dejar reposar y revolver.

– Licuar la mezcla hasta que la fruta esté completamente disuelta.

– Agregar el endulzante.

– Colar la preparación.

– Añadir hielo.