Seguinos

Salud
06/11/2021

Un estudio muestra que no sabemos interpretar las emociones de los niños

Un estudio muestra que no sabemos interpretar las emociones de los niños
Una herramienta usa videos de expresiones faciales de 72 niños diferentes y se los muestra a adultos. Los resultados interpretando esas emociones muestran nuestros sesgos.

Hace unos meses un proyecto internacional que incluía datos de más de 6300 personas en 85 países diferentes apuntaba que a los humanos no se nos da nada bien leer las expresiones de nuestras propias mascotas, especialmente los gatos. Uno podría pensar que entender los gestos de otra especie puede resultar una tarea confusa y dada a equívocos para las personas, pero un nuevo estudio demuestra que ni siquiera somos buenos interpretando las emociones de nuestros niños.

¿Está contento, está enfadado, está triste? Los adultos solemos considerar las emociones de los niños como simples y fáciles de entender, pero la realidad podría ser bastante más complicada de lo que pensamos. Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte han desarrollado una nueva herramienta para evaluar la precisión con la que las personas reconocemos las emociones de los escolares en edad de primaria… y sorpresa: no se nos da muy bien.

“Cometemos muchos errores al evaluar las emociones de los niños”, explica Alison Crooke, coautora del estudio. “Rara vez somos tan buenos como creemos identificando su estado de ánimo, así que no se apresure a asumir que sabe cómo se siente un niño por la expresión de su rostro. Además, ser bueno identificando una emoción concreta no significa ser también acertado reconociendo otras de sus emociones. Lo más adecuado sería preguntarles que sientes antes de dar por sentado nada”.

El método propuesto, denominado PerCEIVED Task (algo así como Tarea Percibida) utiliza diferentes videoclips de 72 niños y niñas de diferentes países y etnias que expresan seis emociones diferentes. La herramienta se ha utilizado en cuatro estudios diferentes, involucrando a casi 500 adultos que no estuvieron demasiado acertados y que dejan algunas conclusiones interesantes. Por ejemplo, la herramienta apunta en varios estudios que existe una mayor probabilidad de percibir incorrectamente a los niños negros como más enfadados en comparación con los niños blancos. Del mismo modo tendemos a considerar (también erróneamente) que las expresiones de los niños blancos muestras más emociones de felicidad.

Compartir