Un estudio realizado por la Academia Estadounidense de Neurología, publicado en la revista Neurology, ha revelado que el consumo elevado de edulcorantes artificiales y alcoholes de azúcar podría acelerar el deterioro cognitivo, especialmente en personas con diabetes y en adultos menores de 60 años. La investigación, que evaluó a más de 12.000 brasileños durante un período de 11 años, sugiere que ciertos sustitutos del azúcar, como el aspartamo, sacarina, xilitol y eritritol, pueden tener un impacto negativo en la memoria y otras funciones cognitivas.
El estudio, que abarcó el Estudio Longitudinal Brasileño de Salud del Adulto entre 2008 y 2019, observó el consumo de siete edulcorantes y alcoholes de azúcar: aspartamo, sacarina, acesulfamo-K, eritritol, xilitol, sorbitol y tagatosa. Estos ingredientes están presentes en productos como refrescos light, aguas saborizadas, postres bajos en calorías, y endulzantes de mesa. El análisis encontró que el sorbitol fue el más consumido, con un promedio de 64 mg por día, y el consumo más alto alcanzó los 191 mg diarios (equivalente a una lata de refresco light).
El estudio reveló que las personas que consumieron mayores cantidades de estos edulcorantes mostraron un deterioro cognitivo un 62% más rápido que aquellas con menor consumo, lo que equivale aproximadamente a 1,6 años adicionales de envejecimiento cerebral. Aquellos en el grupo intermedio mostraron una disminución del 35% en la función cognitiva, equivalente a 1,3 años de envejecimiento cerebral.
La relación entre el consumo de edulcorantes y el deterioro cognitivo fue más pronunciada en personas con diabetes. Además, se observó que los adultos menores de 60 años experimentaron una caída más rápida en la fluidez verbal y la cognición general, mientras que no hubo diferencias significativas en los mayores de 60 años.
Al analizar los distintos tipos de edulcorantes, el estudio encontró que el aspartamo, la sacarina, el acesulfamo-K, el eritritol, el xilitol y el sorbitol se asociaron con un deterioro acelerado de la memoria y la cognición global. Sin embargo, la tagatosa no mostró ninguna relación con el deterioro cognitivo, lo que sugiere que no todos los edulcorantes tienen el mismo impacto en la salud cerebral.
La doctora Claudia Kimie Suemoto, autora principal del estudio y profesora de la Universidad de São Paulo, destacó que, aunque los edulcorantes bajos en calorías suelen considerarse una alternativa más saludable al azúcar, los hallazgos de este estudio sugieren que ciertos edulcorantes pueden tener efectos negativos a largo plazo en la salud cerebral. Además, señaló que las personas con diabetes tienden a usar estos productos con mayor frecuencia, lo que podría incrementar su exposición a los efectos nocivos.
Es importante resaltar que, como el estudio fue observacional, solo puede establecer asociaciones y no causalidad. Además, los datos sobre la dieta fueron autodeclarados, lo que podría afectar la precisión de los resultados. También se reconoce que no se incluyeron todos los edulcorantes disponibles en el mercado, lo que limita la capacidad de generalizar los hallazgos.
La Academia Estadounidense de Neurología y la revista Neurology han subrayado la necesidad de realizar investigaciones adicionales para confirmar estos resultados y explorar alternativas más seguras al azúcar refinado, como el puré de manzana, la miel, el jarabe de arce o el azúcar de coco, que podrían ser opciones más saludables para la salud cerebral.
Este estudio resalta la importancia de repensar el consumo de edulcorantes artificiales y de considerar sus posibles efectos a largo plazo en el bienestar cognitivo, especialmente en personas con condiciones preexistentes como la diabetes.