En un contexto de creciente controversia por las nuevas restricciones impuestas a los extranjeros por el gobierno de Giorgia Meloni, la Corte Constitucional de Italia ha ratificado la validez de la adquisición automática de ciudadanía por descendencia. Esta decisión, aunque resuelve un caso puntual, ha sido recibida como un respiro por los argentinos que buscan acceder a la ciudadanía italiana, especialmente aquellos bisnietos que habían quedado fuera de la nueva normativa aprobada este año.

El reciente fallo sostiene que los cambios introducidos por el gobierno de Meloni —que limitan el acceso a la ciudadanía solo a hijos y nietos de italianos nacidos en Italia— son discriminatorios, ya que excluyen a las generaciones más lejanas, como los bisnietos, tataranietos y choznos. Los jueces consideraron que la legislación anterior, que permitía a las generaciones más distantes obtener la ciudadanía, era más justa y coherente con los principios de igualdad.

Aunque este fallo no establece jurisprudencia general, ya que responde a un caso específico, se espera que sea un precedente clave para futuras demandas, dado que podría abrir la puerta a una ciudadanía judicial para los bisnietos, tataranietos y choznos de italianos, tal como ocurría antes de las reformas de este año.

En este sentido, Esther Russo, gestora de ciudadanías, explicó a TN que la Corte Suprema de Justicia será la que tendrá la última palabra sobre este tema, pero adelantó que el fallo actual podría sentar las bases para futuras acciones legales.

Este debate también ha puesto en evidencia la creciente polarización de la política migratoria italiana, que intenta equilibrar los intereses de quienes buscan ser parte de la comunidad italiana por sus raíces y los sectores que prefieren restringir el acceso a la ciudadanía.