El amor y las milanesas se juntaron para impulsar la decisión de un joven con su prometida. La original idea tuvo lugar en un conocido local de la avenida Belgrano de la capital tucumana.
Después de hacer el pedido, se arrodilló y con un cartel en la mano le pidió casamiento. La joven aceptó al instante. Los amigos que eran cómplices del pedido, aplaudieron la propuesta.