Es una práctica común y arraigada. Algunos dicen que es una cuestión cultural, otros que es económica. Lo cierto es que una vez más la vida de los tucumanos fue trastocada por un incendio en un campo de caña de azúcar, dejando sin energía a la mitad de los tucumanos.
Cerca del mediodía de ayer, en una jornada signada por las altas temperaturas producto del viento zonda, un incendio en un campo de caña de azúcar afectó el tendido de alta tensión (operado por la empresa Transnoa), y que afectó la provisión de energía eléctrica. Las llaman afectaron la línea de alta tensión Bracho – Independencia, provocando que varias estaciones transformadoras vieron afectado su suministro de energía. “Esta situación afecta a usuarios de la zona centro y sur de San Miguel de Tucumán, parte de Yerba Buena, de Lules, de Famaillá y algunas localidades aledañas.”, comunicaba EDET a los tucumanos.
Fueron más de 100.000 los usuarios afectados por el masivo corte de energía producido por la quema de cañaverales en Tucumán.
Está práctica, además de provocar problemas económicos – como los acontecidos ayer -, afecta la salud de los tucumanos quienes aumentan los trastornos respiratorios en esta época. Y como siempre, no hay culpables.
Impactantes imágenes del incendio que dejó sin energía eléctrica a medio Tucumán