Aquí nos centraremos en esta última causa, por qué ocurre, cuáles son sus efectos y qué tratamientos existen.
La onicomicosis, popularmente conocida como hongos en las uñas, es una condición bastante común, que puede ocurrir por distintos factores:
Antecedentes de afecciones relacionadas, como pie de atleta.
Caminar descalzo en ambientes húmedos, como vestuarios o gimnasios.
Sudoración excesiva.
Sufrir lesiones en la uña o en la piel circundante.
Tener enfermedades cutáneas, como psoriasis.
Tener mala circulación.
Tener un sistema inmunitario débil.
Este tipo de infecciones por hongos pueden afectar parte de la uña, toda la uña o varias uñas, causando:
Deformación de la uña, que puede llevar al desprendimiento de su lecho ungueal.
Engrosamiento de las uñas, a la vez que se vuelven quebradizas.
Mal olor proveniente de la uña afectada.
¿Los hongos vuelven las uñas negras?
Los expertos explican que la onicomicosis suele provocar manchas blancas o amarillas en las uñas. Sin embargo, estas pueden adquirir una tonalidad más oscura (entre café y negro) cuando se acumulan desechos bajo ellas.
Cómo prevenir y tratar una infección por hongos
Otra respuesta a la tonalidad oscura de las uñas por hongos se encuentra en las feohifomicosis, un grupo de infecciones fúngicas causadas por hongos dematiáceos, es decir, que se caracterizan por la presencia de abundante melanina en su pared celular (lo que provoca un oscurecimiento).
Los principales géneros de hongos involucrados en este tipo de infección son Alternaria, Bipolaris, Cladophialo-phora y Exophiala.
Si bien este tipo de infección no se desarrolla en las uñas, puede llegar a extenderse a ellas cuando afecta a la piel de los dedos.
Cuando la feohifomicosis es responsable del oscurecimiento de la uña, un médico deberá evaluar el caso y determinar el mejor tratamiento.