En la zona sur de la capital tucumana, vecinos del pasaje Mármol y Buenos Aires denunciaron un hecho fuera de lo normal que atentaba contra la tranquilidad de su zona y procedieron a solicitar la presencia policial.

Al llegar al lugar, los efectivos se encontraron con una violenta escena. La misma estaba siendo protagonizada por un detenido quien tenía arresto domiciliario y que, visiblemente alterado, se había arrancado la tobillera electrónica.

El sujeto, de quien sólo se sabe que está detenido por violencia de género, estaba fuera de sí y amenazaba con suicidarse, en una actitud violenta que ponía en peligro también a sus familiares.

No sin esfuerzo, los policías de la división que atiende casos de esa índole en la fuerza que acudieron al llamado, lograron calmarlo y reducirlo, para luego trasladarlo a una dependencia policial.

La desobediencia judicial en la que incurrió al quitarse la tobillera motivó que la fiscalía ordenara su aprehensión, pero un intento de autolesionarse mientras estaba detenido, motivó su derivación al hospital Obarrio.