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15/06/2021

Dos estadounidenses juzgados en Tokio admiten haber ayudado a Ghosn a huir de Japón

El juicio contra Michael Taylor y su hijo Peter, acusados de participar en la huida del exmagnate del automóvil Carlos Ghosn desde Japón en 2019, empezó el lunes en Tokio y los dos estadounidenses admitieron los hechos.

Ambos llegaron al tribunal esposados, con chaquetas negras y camisas blancas, y mascarilla a causa del covid-19.

Con aspecto tranquilo, Michael Taylor, de 60 años, exmiembro de las fuerzas especiales de Estados Unidos dedicado a la seguridad privada, y su hijo Peter Taylor, de 28 años, no negaron los hechos expuestos por un fiscal.

Fueron arrestados en mayo de 2020 en Estados Unidos con órdenes de detención emitidas por Japón. Tras agotar todos los recursos, fueron extraditados a Japón en marzo para ser juzgados y ahora se enfrentan a hasta tres años de prisión.

El 31 de diciembre de 2019, Japón se despertó con la noticia de la huida al Líbano de su acusado más famoso, Carlos Ghosn, el destituido exjefe de Nissan, Renault y de su alianza automovilística.

Hasta entonces Ghosn estaba en libertad bajo fianza a la espera de su juicio por presunta mala praxis financiera y tenía prohibido salir del país.

Dos días antes, el franco-libanés-brasileño había salido discretamente de su casa en Tokio hacia Osaka (oeste) a bordo del shinkansen (tren de alta velocidad), llevando gorra, máscara y gafas para evitar ser reconocido.

Los dos hombres que le acompañaban fueron identificados gracias a las imágenes de vigilancia. Se trata de Michael Taylor y George Antoine Zayek, un hombre de origen libanés que aún no ha sido encontrado.

– Escondido en una caja –

Los tres hombres se dirigieron a un hotel cercano al aeropuerto internacional de Kansai, junto a Osaka.

Los investigadores creen que Ghosn se metió entonces en una gran caja de equipo de audio con pequeños agujeros para poder respirar.

Haciéndose pasar por músicos, sus dos cómplices pudieron embarcar su equipaje sin pasar por la seguridad del aeropuerto, como se permitía entonces en Japón para los aviones privados.

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