El boom de la marihuana en el mundo cambió pautas de consumo, pero la evidencia científica muestra otro costado. La percepción que tienen algunas personas de que todos los compuestos del cannabis resultan inofensivos se enfrenta ahora a los datos del posible impacto que tiene para la salud cardiovascular.
Investigadores de Francia realizaron un meta-análisis internacional sobre los estudios que evaluaron la relación entre marihuana y riesgo cardíaco. Fue publicado en Heart, la revista oficial de la Sociedad Cardiovascular Británica.
Para llevarlo a cabo, los científicos revisaron millones de historias clínicas y 24 investigaciones sobre infartos, ataques cerebrovasculares (ACV) y muertes por causas cardíacas entre consumidores y no consumidores de cannabis.
“El consumo de cannabis podría aumentar un 29 % el riesgo de infarto agudo de miocardio”, advirtieron tras analizar los datos. Un infarto significa que el flujo de sangre no llega a una parte del músculo cardíaco. El riesgo de padecer uno crece con la frecuencia y la potencia de consumo.
También alertaron que “el riesgo de ataque cerebrovascular aumenta en 20 % al consumir marihuana”.
Una de las cifras más alarmantes aparece en las conclusiones: “la probabilidad de muerte por causas cardiovasculares es 2 veces mayor entre los usuarios de cannabis”.
Es decir, quienes consumen marihuana tienen más del doble de riesgo de morir por una enfermedad cardíaca que quienes no la consumen. Este dato impacta por la expansión global y sin distinción entre uso ocasional o regular.
“Nuestros hallazgos demuestran vínculos significativos entre el consumo de cannabis y graves riesgos para la salud cardiovascular”, afirmó Emilie Jouanjus, autora principal del estudio.
“Esto subraya la necesidad de investigar el consumo de cannabis en pacientes con problemas cardiovasculares”, agregó.
Qué es la marihuana y qué hace en el cuerpo
La marihuana es una planta conocida científicamente como Cannabis sativa. Sus flores y derivados se emplean con fines recreativos, medicinales e industriales. Su principal componente psicoactivo es el tetrahidrocannabinol (THC), que está asociado con los efectos que alteran la mente y el cuerpo.
Antes del trabajo publicado en Heart, la literatura científica ya había documentado varios efectos atribuidos al consumo de cannabis. Puede producir sensaciones de euforia, alteración de la percepción, deterioro de la memoria de corto plazo y cambios en el estado de ánimo.
El consumo puede afectar la coordinación motora, disminuir los reflejos y reducir la capacidad de concentración.
A nivel cardiovascular, investigaciones previas habían asociado el uso de marihuana con aumento de la frecuencia cardíaca, fluctuaciones en la presión arterial y riesgo de arritmias.
También se detectaron problemas respiratorios entre quienes la fuman, como tos persistente y bronquitis. Con respecto a la salud mental, se observó el aumento de riesgo de desarrollar ansiedad, depresión y trastornos psicóticos en individuos susceptibles.
Esos efectos pueden variar según la dosis, la vía de consumo y la vulnerabilidad individual de cada persona.