Lisboa se había quejado el lunes de la decisión de Madrid de que los ciudadanos tuvieran que presentar un resultado negativo en la prueba PCR para cruzar la frontera terrestre de Portugal a España.

“No se requerirá ninguna prueba adicional, ni protocolos adicionales a los ya existentes”, dijo la portavoz del gobierno español, María Jesús Montero.

“Pedimos disculpas si se ha podido surgir alguna confusión”, dijo Montero, quien añadió que el documento de restricción sería revisado el miércoles.

La frontera terrestre entre los dos países ibéricos se reabrió el 1 de mayo después de tres meses de restricciones y controles, lo que supuso un alivio para las zonas turísticas locales.

Ninguno de los dos países había exigido pruebas a las personas que cruzan por tierra antes del lunes, cuando España introdujo un nuevo conjunto de normas para los viajeros que llegan.

España también flexibilizó el lunes las normas sobre los viajes desde fuera de la Unión Europea y empezó a permitir la entrada de viajeros totalmente vacunados de todos los países, excepto Brasil, Sudáfrica e India, donde las tasas de infección por COVID-19 siguen siendo altas.

Pero la publicación de última hora de esas restricciones dejó a los turistas y a las empresas con la incertidumbre de cómo funcionarían, sofocando la deseada afluencia de visitantes extranjeros.