Las autoridades iraníes describieron el incidente del día anterior como un acto de “terrorismo nuclear” y dijeron que Teherán se reserva el derecho de tomar medidas contra los autores.

Irán y las potencias mundiales mantuvieron la semana pasada lo que describieron como conversaciones “constructivas” destinadas a reactivar el acuerdo nuclear de 2015 con Teherán que Washington abandonó hace tres años.

“Los sionistas quieren vengarse por nuestros avances en el camino para levantar las sanciones (…), han dicho públicamente que no lo permitirán. Pero nosotros nos vengaremos de los sionistas”, dijo Zarif.

Varios medios de comunicación israelíes han citado fuentes de inteligencia no identificadas que afirman que el servicio de espionaje del país llevó a cabo una exitosa operación de sabotaje en las instalaciones de Natanz, retrasando potencialmente los trabajos de enriquecimiento de uranio por meses. Israel no ha comentado formalmente el incidente.

La planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, que en gran parte es subterránea, es una de las varias instalaciones iraníes vigiladas por los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el organismo de vigilancia nuclear de la ONU.

El portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Saeed Khatibzadeh, dijo el lunes en una conferencia de prensa que el incidente de Natanz podría considerarse un “acto contra la humanidad”, y añadió que no ha causado “ninguna contaminación ni víctimas” en el emplazamiento.

“Nuestros expertos nucleares están evaluando los daños, pero puedo asegurar que Irán sustituirá las centrifugadoras de enriquecimiento de uranio dañadas en Natanz por otras avanzadas”, dijo Khatibzadeh.

Un alto cargo de la administración estadounidense dijo que Washington no tuvo ninguna implicación en el incidente. “No tenemos nada que añadir a las especulaciones sobre las causas”, dijo.